Desde la ventana de mi habitacion veo una montaña. Algo en ella me atrae y la miro todos los dias, algunas veces incluso me dejo llevar por la imaginación y creo ver grandes árboles cubiertos de gran follaje. Si pongo atención puedo escuchar los pájaros cantar.
Hoy es un día especial, no iré al Hospital como de costumbre y he pedido que me lleven a ver la montaña.
Aquí estoy sentada, rodeada de verde y un montón de sensaciones me llegan. Escucho las aves, huelo el aroma de los eucaliptus y estiro mis manos para coger una flor.
Pero es imposible, es solo un sueño y de pronto recuerdo que me caí de mi bicicleta y eso que rueda por la calle es el casco que siempre he considerado una artículo inutil.
Sólo lo uso en el bicicross
Ximena María Klaassen
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